Este verano bailaremos con las emociones y tradiciones catalanas

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De un «no» pueden nacer muchos «sí»: de un momento triste, muchas alegrías. Y si no, que se lo pregunten a los niños y jóvenes de Mexicali, Tijuana y Ensenada que vivirán un verano emocionante gracias a «Bailando con las emociones», proyecto nacido del trabajo conjunto de educadores catalanes y mexicanos vinculados a la Escuela Pía.

El pasado abril, la Fundación Educación Solidaria en Barcelona suspendía su voluntariado de Verano 2020 ante la situación de pandemia mundial. En lugar de cruzarse de brazos, los voluntarios que iban a México, vinculados a Escuela Pía de Vilanova, Escuela Pía de Sitges y Escuela Pía de Sabadell.

Así, decidieron poner en común su experiencia para hacer un libro de cuentos y actividades que permitieran a los niños y niñas del otro lado del océano trabajar sus emociones en momentos tan difíciles como los que vivimos y conocer las tradiciones catalanas.

Animaron a otros educadores e ilustradores para hacerlo posible, algunos de Escuela Pía Nuestra Señora y de Lleure Jordi Turull. Se creó un equipo mixto con profesionales de Educación Solidaria en las Californias, y, en lugar de aviones, a golpe de portales de Internet en Zoom y Drive, viven su voluntariado. No hay virus capaz de detener la ilusión y la vocación de aquellos que aman.

“¿Qué son estas mariposas que tengo en el estómago? ¿De qué color es la sorpresa?, ¿Cómo puedo hacer desaparecer la angustia?” Estas son algunas preguntas que tal vez algunos niños y niñas se hacen y no encuentran respuesta.

Reconocer y entender lo que sentimos, lo que nos pasa por la cabeza y el corazón, nos ayuda a vivir mejor y a relacionarnos con nosotros y con el otro, mejor, más felices.

Portada del cuento.

Lídia Roche, coordinadora de comedores de la Escuela Pía de Sitges, lo tiene claro, ya que desde hace tiempo trabaja las emociones con los niños de la Colla Castellera de la que forma parte y se ha formado en talleres: “es importante aprender a detectar y gestionar nuestras emociones.

¿Cuándo es más necesario? En los momentos de cambio como el que vivimos, sin escuela y encerrados”, explica. Por eso, al saber que no podría hacer su voluntariado de verano en México, tuvo la idea de proponer una colección de cuentos y generar así un material didáctico basado en emociones y tradiciones catalanes a niños mexicanos que, sin voluntarios catalanes, vivirían un verano diferente.

Ilustración del diccionario de la tradición Diablos por Clara Carrasco.

“Las emociones y sentimientos forman parte del día a día, también de los niños. Pero como son pequeños les cuesta reconocer qué les pasa: saben identificar muy bien cuando están tristes y contentos pero no el por qué. Entonces viven un volcán de emociones que no saben poner en su lugar… Trabajarlo es importante para que puedan estar bien emocionalmente, tener equilibrio, reconocer quienes son y como, para hacer frente a lo que viven y, de mayores, esto les ayudará a superar obstáculos del día a día».

«A partir de aquí puedes desarrollar valores como la empatía hacia el otro, tan importante, que te ayuda a vivir con el otro, en comunidad, a formar parte de un grupo…. el mejor regalo” nos dice Clara Carrasco, maestra de infantil de la Escuela Pía Sabadell y parte de este equipo.

Ilustración del cuento «Cabezudos, asco» por Alberto Rodriguez.

“A raíz de la situación vívida por el COVID, el voluntariado de la FES se ha cancelado pero los proyectos son más necesarios que nunca. Los voluntarios somos una pequeña familia y una de las compañeras lanzó una idea para seguir conectados en colaboración con la gente de México. No hizo falta más para unirme al proyecto. En seguida tomó forma y fue muy fácil. Es un proyecto con alma de voluntariado!” compartió Alberto Rodríguez, profesor de secundaria y bachillerato de la Escuela Pía de Vilanova, quien participó el pasado verano como voluntario de los Caliveranos en Ensenada.

Este año repitió su experiencia: “como antiguo alumno ya conocía que se hacían actividades en otros países gracias a profesores como el escolapio Ramón Novell. Vivir un voluntariado te cambia y sirve para aprender muchas cosas: de la gente con quien lo compartes, de la gente a quien va destinado el proyecto y de ti mismo».

«Para los niños y niñas que va destinado, los Caliveranos son un proyecto de gran impacto para sus comunidades pero aún es mayor el que recibimos los voluntarios conviviendo con ellos y el recibimiento que nos dan” añadió Alberto.

Clara también fue voluntaria en la misma ciudad y repetía este verano: “impregnarme de otras culturas me hace crecer como persona, romper prejuicios y abrirme a otras maneras de hacer. Poder compartir y vincularte con los proyectos y las personas de allá, con el afecto que ponen, ¡te llena la vida!»

La riqueza de sus vivencias es muy tangible, y así lo describe Clara: «Es una satisfacción brutal como lo reciben los niños, con humildad, gratitud y respeto hacia el otro, formando comunidad ¡Es fantástico! Vi la necesidad de afecto y, cuando vas, les muestras que no están solos».

Dedicar tiempo al otro es el regalo más valioso que le se puede hacer, según Clara: «escucharlo, impregnarte de él. Te hace aterrizar y tocar la tierra con los pies, trabajar con gente dispuesta a ayudar, sin importar de donde vienes, como eres, todos por un objetivo. Este deseo de transformación es el que une, hace que formemos piña y sigamos adelante”.

Ilustraciones del diccionario de tradiciones por Laia Torres.

Laia Torres, compañera de extraescolares en la Escuela Pía de Vilanova, también es repetidora: “Convivir con la gente de Tijuana me abrió los ojos en muchos aspectos pero sobretodo me hizo saber abrir el corazón y saber sonreír siempre!

Parte del camino es el abrir el círculo de conocidos, así lo dice Laia: «Conocí gente muy implicada y comprometida con su tarea y nunca estaré suficientemente agradecida a todos los que hicieron que pasase tan buenos momentos allá”.

Por eso tampoco no dudó en unirse a la propuesta de Lidia porque “los niños siempre tienen la necesidad de saber, conocer, imaginar, jugar, etc. Si por la situación actual que estamos viviendo no podrán tener un verano 100% normal, pues hay que intentar aportar para hacer que disfruten de esos días igualmente”.

Ocho personajes de cuento dan vida a siete emociones (miedo, asco, tristeza, sorpresa, alegría, enojo y amor), cada una con su color, para que los más pequeños puedan comprenderlas y sentirlas.

Cada uno de los cuentos va acompañado de ilustraciones, de una ficha de conocimiento y de una propuesta de actividades así como de un diccionario de tradiciones catalanes. Cada cuento tiene una versión audiolibro hecha por los ‘tíos’ del Caliverano para los más pequeños.

Ilustración del cuento Diablos, enojo por Yajaira Villaseñor.

¿Por qué este trabajo a partir del arte? Yajaira Villaseñor, ilustradora y miembro del equipo de Comunicación de Educación Solidaria en Las Californias afirma que: «durante la infancia, trabajar con historias y dibujos, nos brinda herramientas básicas para vernos a nosotros mismos, construir confianza y traducir las emociones e impulsos y saber qué hacer con ellos. Nos enseña la empatía y, al sentirnos acompañados -hay satisfacción en crear pero también hay gozo cuando alguien nos conoce y reconoce a través de lo que hacemos-, mi arte nos transforma en nuestro arte «.

Con este material, a través de la página de Facebook de Caliverano los ‘tíos’ y ‘tías’ de los Caliveranos, acompañarán a los más pequeños de su proyecto pero también el alumnado del Instituto José Calasanz, de las Escuelitas de Tareas y los menores del Hogar Calasanz de Tijuana, a vivir las emociones.

Briana Blanquet, responsable de los Caliveranos, afirma que «queremos que nuestros niños y niñas comprendan que es normal unos días sentirse tristes, enfadados o con miedo, pero también que descubran que en estos días de aislamiento social, la alegría , la sorpresa y el amor también han estado presentes en sus hogares a través del juego, actividades o conversaciones.

«Deseamos que los niños se den la oportunidad de vivir cada uno de los colores en su vida, azul si está triste o amarillo si está contento, que identifiquen cada emoción para encontrar el balance entre el nerviosismo y la calma. Es necesario que sean conscientes de sus emociones y de las emociones de los demás, sólo así se comprenderán y se estimarán como personas extraordinarias «, comentó Briana.

Celeste Hueso, responsable de Comunicación en las Californias comentó que «la oportunidad de trabajar en equipo en este momento abrió un camino distinto en la manera que los Caliveranos y los voluntarios catalanes trabajábamos. Conocernos desde la distancia reafirmó que para transformar solo necesitamos muchas ganas y trabajar con ilusión».

«De aquí y de allá hay muchísimas personas contagiadas de amor y pasión por un mundo mejor. Me recordó que solo en equipo podemos lograr cosas tan lindas como las que va generando el cuento. La conexión entre realidades tan diferentes y costumbres nos dio mucha riqueza. Cada año recibimos a los catalanes como voluntarios, les preguntamos: cómo es de donde vienen y, tantas cosas… pero ahora este cuento nos abrió la oportunidad de conocerlos en lo profundo, sus tradiciones y raíces» afirmó Celeste.

Lidia lo tuvo claro: «pensé que si poníamos este proyecto en marcha, de alguna manera, los niños y jóvenes mexicanos no se sentirían solos en estos momentos. Hemos creado un vínculo con ellos y con los compañeros de allí. Hace mucho tiempo que quería vivir un voluntariado y finalmente, decidí que fuera este 2020».

«Lo he vivido diferente pero … ahora sé que iré a México, seguro, porque he hecho un vínculo, he compartido un proyecto, reuniones… Tengo ganas de encontrarme con las personas con las que he compartido un sueño de un verano emocionante, de aquí y de allá», asegura Lidia, quien ya cuenta, como todos, los días que quedan para el verano 2021.

Equipo

Gracias a Lídia Roche, Rosi Dos Santos, Laia Torres, Àngels Doñate, Briana Blanquet y Celeste Hueso (autores de cuentos, actividades y maquetación) y a Abel Massana, Alberto Rodriguez, Clara Carrasco, Emilio Amella, Imma Dorda, Mercè Ribas, Núria Mareca y Yajaira Villaseñor (ilustradores de los cuentos).

Si quieres conocer los cuentos y descargar en PDF sigue este enlace: www.edusolidaria.org/bailando-con-las-emociones

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